Tras una selección de nuestras mejores uvas procedemos, a principios de septiembre, a una peculiar vendimia en la que colocamos con mimo los racimos en cajas, de manera que podamos transportarlos separados y si ningún tipo de golpeo, En bodega, tras los primeros controles, pasan a una sala especial de pasificado, en la que, uno a uno, todos los racimos acaban colgando aireados durante, aproximadamente, 5 meses. Cuando alcanzan la pasificación óptima, pasan la prensado y la una larga fermentaciones. Ese proceso puede llevar de 3 a 6 meses, tras los cuales, el vino pasa a la barricas. Allí reposa entre 12 meses (aprox.) y, aun pasa otros tantos meses, afinando en botella.

Color miel oscura, limpio y con brillos ocres.  Aromáticamente intenso, con muchas notas dulces y también herbáceas y frutales. La entrada en boca es sedosa, equilibrada, cálida y elegante con marcada persistencia, las referencias dulces y ácidas se mantienen uno equilibro.

Tanto de aperitivo, acompañando frutos secos, como de sobremesa, con pastelería, quesos, filloas o, simplemente, solo.