La selección de uvas para este vino es muy cuidadosa. Se utilizan, para ello, variedades de Treixadura, Albariño, Loureira y Lado, Caíño blanco y Godello. Tras la maceración y el desfangado, se procede a fermentar el mosto en frío. Antes de finalizar el proceso, se pasa los mostos a barricas para que finalicen allí la fermentación. En la barrica se criarán, con un juego de movimientos y reposo, hasta un total de 10 meses. Posteriormente reposa en botella, al menos durante dos meses.

De color dorado intenso. En nariz, se presente muy potente; Aparecen de inmediato referencias lácteas, especialmente yogur y vainilla, delatando con nitidez su envejecimiento en barrica. Sin embargo, a ellas se superponen aromas primarios, frutales y herbáceos, que lo particularizan en su gama. En boca es largo, sabroso, rico en matices, prudente de acidez. La armonía del conjunto explica el palmarés de premios que lleva acumulados.

Por su intensidad, en su vino que puede acompañar todo tipo de comidas, incluso carnes y es delicioso para toma sólo, a modo de brandy.